LA LENGUA DEL LEÓN, UNA APUESTA POR EL VERDE

Esta semana llegamos a un punto muy importante del proceso que venimos adelantando como parte del convenio para renaturalizar la Candelaria, en esta etapa llevaremos a cabo la instalación y siembra del mobiliario verde resultante de un gran trabajo que inició los primeros meses de este año y  ha sido nutrido por talleres con la comunidad, aportes de nuestros promotores ambientales; Karen, Marvín, Yenny y José Luis, así como de los estudiantes universitarios que participaron en el concurso de diseño y muchos otros ciudadanos y amigos de la Candelaria que creen en la posibilidad de espacios verdes de calidad.

Durante el proceso de alistamiento del lugar. El Jardín Botánico esta

dejando su huella por Bogotá.

"La lengua del León" fue el nombre dado por los participantes del taller a ese espacio irregular que se encuentra frente al colegio Salesiano León XIII, sobre la calle séptima entre carreras cuarta  y quinta. Este parche verde tiene cuatro arbolitos distribuidos a lo largo de los aproximadamente 250m2 de superficie cubierta por pasto kikuyo y a pesar de la cantidad de niños, turistas que visitan la iglesia del Carmen entre otros atractivos del sector y vecinos que transitan a diario por la calle séptima en la actualidad el lugar esta convertido en una letrina a cielo abierto.

Nuestra apuesta es muy sencilla, vamos a instalar un mobiliario verde que permita que todas estas personas  tengan un lugar agradable y limpio para sentarse a contemplar la belleza del lugar, a jugar, a encontrarse con sus vecinos, a disfrutar de la Candelaria.  Al mismo tiempo  ampliaremos la variedad de especies vegetales para  poder proveer de hábitat a insectos y aves que se mueven por el corredor verde que inicia en este punto a través de la calle séptima hacia los cerros. 

Como dice el título esta intervención es una apuesta, pues como en muchas otras partes de nuestra ciudad, no nos encontramos exentos del vandalismo y la falta de sensibilidad por la naturaleza en el espacio público, no por ello quisimos asumir una actitud derrotista y negativa pues estamos convencidos que las personas que visitan y habitan la Candelaria merecen un diseño amable, de buena calidad, abierto y agradable, y así como sucedió en la Nueva Santafé, serán ellos los encargados de cuidarlo y mantenerlo.

Los operarios del Jardín botánico alistando el terreno para la instalación del mobiliario verde. Por lo generar estos suelos han servido como depósito de escombros y han sido compactados, limitando su capacidad natural para la absorción de aguas lluvias.

Quizá uno de los retos más grandes en lograr que las personas, no solo de la Candelaria  sino de toda Bogotá, vean el estos espacios verdes como una extensión de su casa, pues en acciones tan simples como desenterrar una plantita de las que siembra el Jardín para llevarla al interior de sus viviendas y sembrarla en una matera ya se le está negando una gran posibilidad a la ciudad, así parezca algo inofensivo se trata de un robo que empieza a validar una serie de comportamientos que justifican la falta de diseño e inversión en  el espacio público y perpetúan la lamentable situación de los mismos.

Finalmente los queremos invitar a acompañarnos en el proceso de montaje y siembra de este mobiliario verde, a conocer más del grupo de renaturalización del Jardín Botánico y sobre todo a apropiarse de este lugar.

Les estaremos contando como avanza la renaturalización de la Candelaria.

DEL DICHO AL HECHO

No solo hay mucho trecho, en nuestro caso encontramos metros cúbicos de tierra y gravilla, más de 25 especies vegetales, muchos vecinos interesados en mejorar su parque, una culebrita sabanera y una que otra piedra en el camino,  con todo esto logramos el sábado 16 de agosto completar una intervención de más de 250m²   en una zona verde del Polideportivo de la Nueva Santafé.

Attractus crassicaudatus

De esta intervención es importantísimo destacar que se trata del primer punto de renaturalización en el marco del Convenio entre el Fondo de Desarrollo Local de la Candelaria y el Jardín Botánico, por eso es tan significativo, pues para nosotros es comenzar con pie derecho un recorrido que no es fácil pero si muy importante por sus implicaciones en lo que esperamos llegue a ser el espacio público de nuestra ciudad.

Más allá del resultado físico, que incluyó la construcción de graderías naturales, un topiarío y jardinería, pudimos comprobar que hay personas dispuestas a dedicar tiempo y esfuerzo para mejorar el espacio púbico, involucrándose en todo tipo de tareas; desde barrer y limpiar el lugar, pasando por descargar la volqueta, mover gravilla, gestionar herramientas y sembrar plantas. Las cosas que se obtienen con esfuerzo se quieren más, por eso no nos quisimos limitar al acto simbólico de poner a las personas de la comunidad  a meter la plantita en el hoyo y posar para la foto, para nosotros fue clave que se involucraran en todo el proceso, que se untaran de tierra y terminaran cansados luego de mover escombro y  cojines de pasto.

Proceso de implementación

No podemos decir que todo fue fantástico y perfecto, muchos de los que iniciaron el proceso no volvieron, otros cuantos se sintieron ofendidos por tener que alzar un azadón y también abandonaron, y lastimosamente también fuimos víctimas del vandalismo, pues a pesar de lo que uno ingenuamente pueda creer, si hay personas capaces no solo de robar plantas, sino de romperlas y atacarlas sin ninguna necesidad. Esto último fue absolutamente desmoralizador para todos los involucrados en el proceso, sin embargo al tratarse de un espacio construido por la comunidad ha sido más fácil mover a las diferentes instituciones en la búsqueda de estrategias que permitan mejorar la seguridad del sector, la colaboración de las autoridades y unas cuantas plantas de ortiga nos permitieron avanzar con la intervención.

Jornada sábado 16 de Agosto

Si bien es cierto que los problemas de la ciudad son complejos y estructurales, especialmente el tema de seguridad, no podemos privar a la ciudad y a las personas que quieren un mejor ambiente de la posibilidad de intervenir su entrono, tenemos que ganar terreno poco a poco, aprender de las experiencias y fortalecer nuestras estrategias de intervención para así garantizar su pertinencia y durabilidad.

Finalmente, queremos agradecer a todas las personas que dentro y fuera de la Candelaria han estado presentes en todo el proceso, y los invitamos a ver más fotos del trabajo del sábado en la página del Colectivo UrbanaMente, que nos estuvo acompañando en esta última sesión.

Juana Leal.

Arquitecta Programa de Renaturalización.

DESDE MAÑANA: ¡NUEVO PUNTO DE RENATURALIZACIÓN EN LA CANDELARIA!

Después de un interesante proceso creativo entre varios miembros de la comunidad de la Candelaria y los profesionales que hacemos parte del grupo de renaturalización del Jardín Botánico, daremos inicio a la primera intervención dentro del Convenio con la Alcaldía Local de la Candelaria.

Para empezar con pie derecho seleccionamos como punto de partida un lugar muy interesante, por eso hemos decidido contarles un poco de lo que allí sucede e invitarlos a que nos acompañen durante el proceso de implementación. Cuando hablamos de acompañarnos no nos referimos solamente a la lectura de las actualizaciones del blog,  si quieren transformar un pedacito de Bogotá con sus propias manos solo necesitan acercarse al lugar y allí estaremos trabajando.

Para comenzar es importante saber en dónde estamos ubicados; Nada más y nada menos en medio de importantes obras arquitectónicas, al costado Norte tenemos el conjunto Dividivi parte del complejo de vivienda de la Nueva Santafé que fue desarrollado como proyecto de renovación urbana y promovido por el Banco Central Hipotecario. En el costado oriental se encuentra el Centro Cultural y Recreativo Nueva Santafé, autoría de los Arquitectos Julián  Guerrero y Rogelio Salmona, hacia el costado sur el Archivo de Bogotá autoría del Arquitecto Juan Pablo Ortiz y finalmente hacia el costado occidental tenemos la construcción de lo que será uno de los edificios del ambicioso proyecto de Ministerios. 

Imagen tomada de Google Earth

Como verán no estamos mal de vecinos,  sin embargo nos sorprendió ver que muy pocos de ellos utilizan o disfrutan el parque, que en realidad si ofrece muchas posibilidades de recreación activa  atrayendo en su mayoría a personas jóvenes de sectores aledaños así como algunos usuarios temporales como los trabajadores que en este momento adelantan la obra. Esta semana mientras trabajábamos en el replanteo de nuestro diseño fue muy emocionante ver como durante la hora de almuerzo el parque cobraba vida, oímos los típicos gritos del "picadito" en la cancha de micro, más arriba un grupo de costeños improvisó una mesa de dominó y más arriba otro grupo se dedicó a hacer la siesta contra un árbol.  A medida que avanzaba la tarde el parque se fue desocupando, algún vecino se acercó mientras paseaba con su perro, luego vimos un habitante de calle revisando las canecas de basura y así continuó el panorama hasta que nos fuimos.

Fotografías tomadas el 22 de Julio al medio día.  

Los vecinos de la Nueva Santafé que participan en los talleres de renaturalización son consientes de esta  situación y tienen toda la intención de hacer algo para sentir que este parque es suyo y que pueden encontrar algo divertido en él más allá del fútbol y la bicicleta, por eso el trabajo de renaturalización se presenta como una oportunidad para permitir a otro sector de la comunidad intervenir su territorio, aprender de plantas y crear un espacio de contemplación. Si bien es cierto que uno de nuestros objetivos es lograr una mejora ambiental y paisajística incorporando especies vegetales que presten servicios ecosistémicos y atraigan especies de aves e insectos, lo que más nos interesa es que el grupo de señoras que se han organizado en torno al tema de la renaturalización encuentren en este jardín algo que las motive a visitar su parque y que a su vez logren invitar más personas, y aunque puede sonar un poco ingenuo, soñamos que en algún momento  las señoras se sentarán desde su jardín a ver como los muchachos de las Cruces juegan un partido de fútbol, mientras un funcionario del archivo se sienta con sus compañeros a almorzar en el parque.

Ejercicio adelantado en los Talleres de Renaturalización

Servicios Ecosistémicos Asociados a la Implementación de Huertas, Jardines Agroecológicos, Techos y Fachadas Verdes

Los procesos de renaturalización  permiten a los seres humanos comprender las relaciones y la interdependencia con su entorno, se materializa en una serie de valores, actitudes, transformación de espacios e integración de saberes culturales, que se acercan a la apropiación y entendimiento de las conexiones entre el hombre, su cultura y sus entornos biofísicos, de esta manera, aunque la ciencia, resignifique con frecuencia cosas diferentes, para diferentes personas. La renaturalización  se potencializa desde el proyecto de agricultura en un  conjunto de conocimientos destinados a beneficiar los ecosistemas especialmente urbanos; estos se identifican a partir de las observaciones en campo sobre las necesidades del territorio y por ende de las personas que lo conforman, luego se inicia un proceso de comunicación multidireccional, donde se exponen las ideas colectivas y después, se implementan los procesos de manera participativa para el desarrollo de una huerta, jardín agroecológico, techos y/o fachadas verdes. Estos conocimientos se visibilizan no solo en la transformación del espacio físico, sino en el cambio consciente de creer en la oportunidad de estar activamente y voluntariamente aportando a la solución de las problemáticas ambientales y sociales, que existen en las áreas de intervención.

Fuente: Archivo fotográfico Proyecto agricultura Urbana, Huerta comunitaria Localidad Candelaria.

Renaturalizar es conectar todo con todo,  adaptar los sistemas vivos a las condiciones sociales, ambientales y económicas que hay en cada territorio, y viceversa, donde el conocimiento del mundo natural externo se relaciona con las emociones internas y es capaz de manifestar espiritualidad para seguir aunando esfuerzos en la construcción de ciudades más comprometidas con el desarrollo sostenible.Las huertas, jardines agroecológicos, techos y fachadas promueven  servicios ecosistémicos tales como:

1) Abastecimiento, con la producción de alimentos, plantas medicinales, re-uso de agua, hasta la producción de árboles frutales,  en territorios urbanos, ya que las ciudades entrarían hacer ciudades resilientes capaces de aportar a la mitigación del cambio climático, debido a la capacidad de las coberturas vegetales de absorber sustancias contaminantes como CO2.

2) Reguladores,  cultivando plantas que faciliten procesos de polinización, promoviendo prácticas que aporten a la dinámica hídrica del territorio con la instalación de nuevas tecnologías, como techos y fachadas verdes, y con ello a la regulación térmica aportando a la diminución de temperatura en las islas de calor.

3) Culturales, permiten la agrupación de comunidades para el desarrollo de actividades recreativas entorno a las siembras, mantenimiento y recolecciones de cosecha, así como en la reconexión con el campo, la ancestralidad y la espritualidad.

4) Soporte y hábitat, relacionados con el mantenimiento de la biodiversidad genética para la fauna y la flora que se encuentra asociada a las huertas, jardines, techos y fachadas verdes. Además pueden absorber el agua lluvia sirviendo como amortiguadores de las inundaciones proporcionando también conectividad para la Estructura Ecológica Principal (EEP), entre otros.

Carolina Forero Cortés

Ecóloga Equipo de Renaturalización 

Renaturalizar la Candelaria

Es sábado, son las 9 de la mañana y un numeroso grupo de personas recorren la Avenida Jiménez en dirección a los Cerros Orientales, cada tanto este grupo hace una parada en el trayecto para oír datos y anécdotas de lo que fue alguna vez el río Vicachá y ahora se encuentra contenido en el comúnmente conocido eje ambiental, obra del Arquitecto Rogelio Salmona. A medida que el grupo avanza el paisaje se hace más verde, la atmosfera un poco más húmeda y la amenaza de lluvia inminente, sin embargo, al poco tiempo esto deja de importar puesto que es mayor la sorpresa de los visitantes al encontrarse por primera vez con la Plazoleta de la gota y las “cascadas” que se forman justo antes 
de la canalización del Río Vicachá.

Los protagonistas de este recorrido son muy diferentes, hay abuelitas llevando a sus nietos de la mano así como jóvenes estudiantes de diferentes Universidades de la Candelaria, sin embargo el asombro es generalizado, y se mantiene sin importar edad o profesión. Precisamente es eso lo que pretende el convenio de renaturalización entre el Jardín Botánico y la Alcaldía Local de la Candelaria, que las personas logren reconectarse de forma directa con los espacios naturales que se encuentran en su localidad y que a partir de esto busquen la mejora ambiental de Bogotá desde aquellos lugares que habitan y frecuentan.

El reto es enorme, pero el entusiasmo de la gente es visible en la masiva asistencia a los talleres que se adelantan con comunidad de la Candelaria desde el mes de abril, así mismo la curiosidad y el interés de los estudiantes de las Universidades ha permitido concretar el concurso de diseño que en este momento se encuentra aún en fase de inscripciones y a través del cual se pretende explorar y potencializar los lugares más verdes de la localidad, así como aquellos rincones que podrían recobrar vida a través de la renaturalización.

Los invitamos a que sigan nuestro trabajo a través del blog y por supuesto visitando la Candelaria y sus iniciativas por una ciudad más humana y natural.

Para mayor información de los talleres visite  http://tiny.cc/s3o0dx y del concurso: http://tiny.cc//33c0dx

Juana Leal

Arquitecta Programa Renaturalización